Yoga y Fibromialgia
La fibromialgia es una enfermedad crónica que afecta a los tejidos blandos (fibro) y músculos (mio) cursando con dolor (algia).Durante mis estudios de fisioterapia, allá por los años 1997/2000, nos la definieron como una enfermedad “confusa, profusa y difusa”; a día de hoy poco más se puede decir de ella. Los datos apuntan a que entre un 2% y un 4% de la población española la padece y un 90% son mujeres.
Varios años de trabajo con mujeres que padecían y/o estaban diagnosticadas de fibromialgia, me llevó a establecer unos aspectos físicos y psicológicos comunes, incluso antes de haber tenido contacto con estudios al respecto, que me ayudó posteriormente a establecer los objetivos adecuados en las clases de Yoga.
La práctica de Yoga para las personas diagnosticadas de fibromialgia (mujeres en su mayoría pero también hombres) requiere de ciertas adaptaciones importantes para poder cubrir sus necesidades personales, ya que cada un/a de ellas/os van presentar sintomatología diferente y personal. Puede y de hecho existen síntomas comunes, pero cada cual va a vivirlos de manera diferente y en otras ocasiones hay síntomas que no se presentan en la mayoría de los casos.
Es por ello que una entrevista previo al inicio de las clases es muy importante: que molestias y donde las sueles tener, cuanto te incapacita, como lo gestionas, como lo calmas, que apoyo tienes alrededor, cual es tu objetivo al venir a clase de Yoga, …
Ritmo lento, respiraciones profundas, relajaciones generosas y visualizaciones, conciencia en los movimientos, autocontrol de la intensidad de cada gesto, amplitud desde el respeto de cada articulación, mucho movimiento de la columna vertebral en todos sus planos que ayude a relajar la hiperactividad del sistema nervioso, comprensión, mucha comprensión, cariño y soltar, mucho soltar.