Origen e historia de Surya Namaskar
Estudiar el origen de las prácticas del Hatha Yoga nos ayuda a poner orden y en contexto esa enorme cantidad de conocimientos que lo componen, y así poder seguir avanzando en la búsqueda del autoconocimiento. Si dicha búsqueda de información fiable nos lleva a la conclusión de que este origen es más cercano en el tiempo y con una intención más práctica, no le resta ninguna validez. El Yoga está vivo y no ha dejado de evolucionar desde sus orígenes, con una base en conocimientos antiguos pero añadiendo todos aquellos que lo enriquezcan y completen.
Surya Namaskar es una técnica postural fundamental en el Hatha Yoga moderno, pero existe bastante confusión sobre su origen.
Para empezar debemos tener en cuenta que el mismo término se usa en contextos totalmente distintos.
El primero es el del ritual de culto al Sol, tanto en los templos específicamente dedicados a este astro como a todo tipo de celebraciones con el Sol como protagonista. Su origen es muy antiguo, como el culto a cualquier fenómeno natural, hundiendo sus raíces en los orígenes de las religiones. En el caso de los templos en India que tienen al Sol como deidad, su ejecución incluye simplemente una serie de postraciones, pasando de pie a flexionados de rodillas. No hay datos precisos de su antigüedad porque no hay constancia escrita. Pero lo que si está claro es que no tiene relación de ningún tipo con la práctica del Yoga.
La siguiente referencia es la práctica tradicional de una serie de movimientos encadenados de flexión y extensión partiendo de la posición de pie, al aire libre en presencia de la luz solar, con ánimo terapéutico en origen y orientado posteriormente a la mejora física, o como preparación para otras prácticas corporales más intensas como las artes marciales. Su origen estaría en hace unos cuatro siglos (al no haber constancia escrita estas fechas deben de tomarse con una cierta precaución) y sufre una serie de evoluciones muy acusadas sobre todo en los siglos XIX y XX. Debemos tener en cuenta que la cultura física en la India no estaba siempre ligada al Yoga, es más, siempre se consideró el Yoga como un sistema que aunque utiliza el cuerpo, no tiene la mejora de éste como finalidad. El Yoga con intención terapéutica es un concepto de los últimos cien años. Este Surya Namaskar tampoco se asocia en absoluto con el Yoga. De hecho, ninguna de las posturas que lo componen forman parte de las posturas originalmente consideradas como “yóguicas”.
Y por último, a la vez que se desarrolla el Hatha Yoga Moderno, con una preponderancia en el cuerpo, los maestros de Yoga de la época, incluyen el Saludo al Sol como parte de la práctica, tanto orientada al ásana como con intención meditativa, incluyendo algunas variaciones que lo particularizan. Cuando se dice por parte de estos maestros que Surya Namaskar viene de la tradición Yóguica más ancestral debemos ponerlo en contexto. Una posible explicación es que estas afirmaciones se hicieron en un momento “convulso” de adaptación a los tiempos y de choque cultural con Occidente. El Yoga buscaba su sitio en pleno proceso político y cultural de reivindicación de la identidad nacional India/Hindú, poco tiempo después de la independencia de los ingleses. Pero debemos tener claro que en ninguno de los textos aceptados como clásicos de Hatha Yoga se hace la más mínima mención a Surya Namaskar. El hecho de que en el mismo lugar y a la vez que algunos maestros de Yoga desarrollaban sus estilos, en los gimnasios ya se practicara el Saludo al Sol, tuvo por fuerza que servir de inspiración, al igual que el Yoga influyó en su momento en otras “técnicas” de cultivo físico y mental.
Para seguir profundizando en el tema son muy recomendables dos obras: “El Cuerpo del Yoga”, de Mark Singleton, sobre la evolución del Hatha Yoga hasta nuestros días y “The Path of Modern Yoga”, de Elioth Goldberg, que se extiende particularmente sobre Surya Namaskar.