El psoas, músculo vital: clave para la movilidad y el equilibrio

Más allá de ser un músculo profundo y que interviene en la flexión de la cadera así como en la estabilidad de la región lumbar, el Psoas, es un puente entre la estructura física y la emocional.

Entre sus funciones está conectar la columna vertebral en su región lumbar con las piernas atravesando la pelvis y rodeando las articulaciones de las caderas. Así que tenemos dos psoas, uno derecho y otro izquierdo, igual que tenemos dos caderas, derecha e izquierda. El caso de la  pelvis es distinto, ya que tenemos solo una (aunque podamos hablar de dos hemipelvis). Por su orientación y sus puntos de anclaje se trata de un músculo fundamental para la estabilización de la postura y el equilibrio.

En su inserción en los cuerpos vertebrales y apófisis transversas lumbares y 12º dorsal, se encuentra intimamente relacionado con el  diafragma, principal músculo de la respiración; lo que a uno le sucede, por proximidad y pura mecánica, se lo transmite al otro y viceversa. Podemos entender así que una alteración en la fuerza, elasticidad y/o cambio de orientación de uno de los psoas o de los dos, altera la relación con el diafragma, modificando la biomecánica respiratoria y el patrón el respiratorio.

La relación entre sistema nervioso autónomo y respiración es de ida y vuelta, esto quiere decir que tanto el sistema nervisoso controla la respiración como que el patrón respiratorio modifica el estado del sistema nervioso. Una respiración superficial activa la rama simpática del sistema nervioso autónomo y al mismo tiempo, al ser el sistema nervioso simpático el dominante, este se retroalimenta, provocando una aceleración respiratoria.

El sistema nervioso autónomo no solo controla las funciones motoras involuntarias, sino que también los estados emocionales: alerta, seguridad y colapso. Ante una situación de peligro, la primera reacción corporal es la de tensar la musculatura, incluido el psoas, ya que es necesaria su activación para poder empezar a correr, al ser responsable del inicio del movimiento de las piernas.

Llegamos así a la conclusión que si por debilidad o exceso de tono muscular de los músculos psoas y su íntima relación con el diafragma, puede verse alterado el formato respiratorio, está interviniendo también en desajustes sobre la modulación del sistema nervioso autónomo y por tanto del estado emocional. Y un estado permanente de alerta o de parálisis produce una alteración en el tono muscular.

Desde el Yoga, trabajar con la respiración consciente nos solo ayuda a la mejora de la función pulmonar, también regula al sistema nervioso y equilbra el estado tensión-relajación del psoas. Desde el Yoga, trabajar con la movilidad, elasticidad y fuerza del psoas, ayuda a regular estados emocionales.

Gracias por leernos

Recommended Posts
Showing 2 comments
  • Eva
    Responder

    Súper interesante!

    • omshantiyoga
      Responder

      Desde luego; el conocimiento nos ayuda a una mejor comprensión y por ende a una mejor integración. Om Shanti

Dejar un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.