Eje cuerpo-cerebro en el Yoga

De sobra nos es conocida la influencia que el cerebro tiene sobre el cuerpo., y hasta hace no mucho tiempo comprendíamos que según fuese nuestro estado de ánimo, así el cuerpo se colocaría en una u otra posición, el rostro adoptaría un gesto concreto y el recorrido de la información solo iría de arriba hacia abajo cerebro-cuerpo.

Sin embargo hoy en día, se está comprobando que la información también es ascendente, cuerpo-cerebro; en estudios que se han realizado en Alemania y en EEUU, han demostrado que la postura corporal influye sobre la memoria y sobre la concentración. Si nuestro cuerpo adopta una postura encogida, la capacidad de retención de información disminuye e incluso aparece una tendencia al sesgo negativo, de aquello que sucede a nuestro alrededor nos vamos a fijar y recordar más aquellas que son negativas.

Cuando la postura es más erguida, con un toque “chulesco”, hay un aumento los niveles de cortisol, afectando al sistema endocrino.

El cerebro recoge la información del cuerpo y actúa acorde a la posición. Y al cerebro hay algo que le gusta mucho, la sonrisa. Los músculos faciales envía gran cantidad de información hacia arriba y cuando estos músculos se activan para sonreír, le están diciendo al cerebro que estoy feliz, así que éste responde a favor.

Esta es una de las razones, por las que la práctica de Yoga tiene una influencia directa sobre el estado de ánimo; el trabajo físico a través de la corrección postural modifica la interpretación cerebral. Y a medida que el cuerpo se va colocando más erguido, con firmeza sobre los pies, con actitud física de presencia, de fuerza y de apertura, el cerebro va moldeando su actitud, devolviendo estados de seguridad y de expansión.

Para los yoguis, esta relación, aún no teniendo datos cuantitativos, es más que conocida y experimentada. Y ahora se está demostrando científicamente. Incluso se ha descubierto la vía anatómica por la cual el cerebro sabe como respiramos. Sabe si inhalamos o exhalamos, si es por la boca o por la nariz, si es superficial o profunda, rápida o lenta, por una u otra narina.

Y esta forma de respirar tiene influencia sobre las áreas cerebrales, no solo a niveles de oxigenación, si no que influyen sobre la memoria, la atención y sobre la respuesta hacia las emociones.

Y la influencia del intestino sobre el sistema nervioso… pero de esto hablaremos tal vez más adelante.

Préstale atención a tu cuerpo y a tu respiración y estarás influyendo sobre todo tu ser.

Gracias por leernos.

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